martes, 30 de junio de 2015

LAS ROSAS EN LOS ESCRITOS de SIMÓN DE ROXAS 1ª Parte.


A día de hoy está agotada, supongo que se hará otra edición, pero cuando una obra así de bien hecha cae con gracia entre el público, por muy específica que sea, se produce el fenómeno.



Se trata de la recien publicada  ROSAS DE ARAGON Y TIERRAS VECINAS, que nos ha gustado mucho y nos alegramos especialmente por uno de sus autores Pedro Monserrat Recoder, pues estar apenas a dos meses de su edición  AGOTADA TEMPORALMENTE, después de tantos años y tantas publicaciones, no es lo peor que le puede pasar a un naturalista más allá de los noventa. 
Igualmente a su equipo del  Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) de Jaca y a su amplio circulo de incondicionales en Flora Montibérica.
¡Enhorabuena!
Suponemos que pronto volverá a estar disponible en la tienda on line de la web de  J.L. Benito:


Hay otros motivos para que nos alegre especialmente esta iniciativa:
- La participación de J.V. Fernández cuyos PASOS seguimos con interés y ya hemos manifestado  que mantiene uno de nuestros blogs favoritos.

- El que con los poderosos medios actuales se continúe un trabajo que comenzó hace casi 70 años  Carlos Vicioso, un viejo y querido conocido de este blog (véase Epónimos de Clem. 3,  en post de junio del pasado año), al que curiosamente le sucedió algo similar con su Estudios sobre el género Rosa en España de 1948. Agotado rápidamente, tuvo segunda edición en 1964.
 



Sería aventurado establecer categorías entre rosas y autores botánicos, aunque tenemos constancia que no eran de la preferencia o interés de D. Carlos Pau, como tampoco lo son por ejemplo actualmente de D. Gonzalo Mateo, lo cual es comprensible no tanto por la complejidad y extensión del género, si no tal vez  por la cantidad de manipulaciones humanas que lo han convertido en uno de los laberintos solo para especialistas. 
Lo cual aún da más mérito a este buen  trabajo de las rosas de Aragón, pues hace verdaderamente  accesible una iniciación que hasta puede ser placentera de recorrer y en la que el gozo y el aroma de la comprensión que a poco se percibe como en las rosas mismas, hacen soportables las inevitables espinas.
Costumbre antigua de adornar con flores las inmediaciones de las casas, esta Rosa de Mayo en uno de los lugares preferidos en Titaguas de Simón de Roxas, la Rebollosa. Tambien la hemos visto aquí y allá por la comarca. De la puerta de la ermita de Sta. Catalina en Aras desapareció tras una reforma.

Decididamente Simón de Roxas parece preferir las punchas de las aliagas a las de las rosas. Por lo menos en su Hª Civil, Natural . . . de Titaguas, en la que apenas encontramos tres anotaciones sobre estas.
En su extenso Yndice alfabetico de los nombres de las plantas que viven espontáneamente en el término de Titaguas . . ., de este género solamente apunta Rosa collina Lin. Fin de Mayo, Junio. Viñas, ribazos. 

Prácticamente desaparecido en Titaguas y su comarca, este aromático rosal aún se encuentra como describe Clemente en un ribazo en las proximidades de Vistabella del Maestrazgo (CS).
En Descripción de las plantas que D. Antonio Josef Cavanilles  demostró en las lecciones públicas del año 1801, pensamos es de  donde saco Clemente esta denominación, que por otra parte no corresponde a Linneo si no a Jacq.,  probablemente  se trata del botánico holandés naturalizado austriaco Nikolaus Joseph von Jacquin (1727 - 1817).


En sus Estudios sobre el género Rosa en España de 1948 C. Vicioso trae esta denominación collina al tratar R. afzeliana Fries, concretamente en la sinonimia de su ssp. coriifolia (pag.67). Pero en la segunda edición de 1964,  collina ya ni aparece.
Volviendo a Clemente en su otro Yndice alfabético de los nombres que dan los vecinos de Titaguas a las plantas que crecen en su término encontramos dos notas más:
-  La muy local denominación ESCALAMBRUGUERA que insiste en asociar  a Rosa collina L. a lo que añade: Empieza a desplegar su oja en el rio a 1º de abril.

-  ROSA: en su indolencia botánica y desaliño nomenclatorio dan este nombre así como el de clabel a las flores que menos presumiría uno
Hemos podido ver que esto ha llegado a nuestros días, en la vecina Aras y en las hoyas de Alpuente por ejemplo denominan  rosa a la flor del azafrán.


Únicamente encontramos referencias similares en http://lenguachurra.blogspot.com.es/2010/12/vocabolario-e.html y nos dirige a la planta escalambruguera  = escaramujera o productora de escaramujos, o sea en una denominación más asequible R. canina, probablemente de origen aragonés, coincidente con el habla del valle del Jiloca.
Vemos: m. escaramujo (Maestro; Negredo en Fuenferrada -Teruel-). Andolz anota calambrujo en Gallocanta. La forma escalambrujo deriva de *(S)CARAMBRUCULUS < *SCRABRUNCULUS < *SCRABO (variante antigua de CRABO, ONIS).
Esta última personalmente no nos convence demasiado pero encontramos interesante el paralelismo scrabo con el significado que trae el glosario de CLAVES ILUSTRADAS PARA LA FLORA VALENCIANA escabro: órgano o estructura cubierta de cortos pelos o cierta rugosidad que le dan aspereza al tacto.



Encontramos este término collina  en: Sturm, J., Krause, E.H.L., Lutz, K.G., Flora von Deutschland in Abbildungen nach der Natur, Zweite auflage, vol. 8: t. 53 (1904) en la web http://plantillustrations.org/
Lo último que se nos ocurre suponer es que Clemente  se decidió por algunos de los caracteres que observó, a determinar los escaramujos titagüeños como un hibrido tipo  Rosa x collina L. o bien Rosa gallica x canina, asociado al cual también hemos encontrado este término collina.

 

Imagen de R. gallica  de Rosalie de Constant (1758-1834).
Por lo demás tendremos que observar más detenidamente los actuales escaramujos titagüeños, pero en primera lectura nos parecen más  Rosa canina que otras cosas.
Próxima entrega: Rosa en Historia natural del Reino de Granada (1804-1809).