jueves, 26 de enero de 2017

AVENTURAS TERMOMETRICAS EN LA SIERRA NEVADA DE GRANADA 1ª parte

Muy del gusto del último tercio del XVIII símbolos y expresiones armoniosas del fundamento físico-matemático de las fuerzas de la naturaleza: física y geometría en  El quitasol,  Goya hacia 1777.
En ocasiones nos hemos referido a la afición  termométrica de Simón de Roxas y a sus inclinaciones para lo que en su época llamaban meteorología. 
Durante su última estancia en Titaguas - su pueblo natal -  articuló un programa sistemático de recogida de datos atmosféricos del que ya hablamos en:
En su autobiografía Simón de Roxas prefiere presentarse como hombre de letras, pero en su juventud hubo números, muchos números, problemas de geometría y las brillantes escalas de los instrumentos, tablas celestes, náuticas, cuadernos con notas barométricas y al final de la jornada la liturgia de dar cuerda a los cronómetros.
Basta ver las actividades del profesor Galiana (Antonio Galiana nacido en Xixona 1762 y fallecido en Valencia hacia 1840 de quien podemos ver una sinopsis biográfica en https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/62014.pdf ) en la Universidad de Valencia tras la llegada de su nuevo alumno, para apreciar con lo que comenzó a modelarse el joven Simón de Roxas de 14 años *. 
Hay una especie de formación paralela que algunos alumnos reciben simultáneamente a las lecciones de clase al obtener el favor de pasar horas en la biblioteca del despacho del profesor.
El tema estaba "en el aire" y de moda y aunque no tenemos evidencias concretas que Simón de Roxas conociera estas obras podemos ponerlas como ejemplos significativos.

Muy acertadamente Salvador Ximénez Coronado  (1747-1813)  primer profesor del Observatorio de Madrid  tradujo y publicó en 1793 esta - aún hoy - interesante obra de Alexander Wilson (1766-1813); un  científico naturalista  contemporáneo de Clemente, que dirigió sus investigaciones en ámbitos (ornitología) coincidentes con algunas de las de nuestro autor.

El abate Salvador Ximénez Colorado supo antes que Clemente lo sensible que eran el corazón y el bolsillo del "favorito" al fomento de algunos templos y jardines del saber. Ambos estrenaron y vieron sus respectivos proyectos echar a andar gracias a las inclinaciones naturalistas y al reconocimiento del Príncipe de la Paz, pero todo sería apenas un espejismo. 


O esta también traducción de Vicente Alcalá Galiano (1757 - 1810).


Pese a la similitud con el apellido no confundir este autor con el nombrado profesor alicantino de Clemente ni con los Alcalá Galiano, Dionisio padre, héroe de Trafalgar y su hijo Antonio. Texto completo en: 
http://bibliotecadigital.jcyl.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=10067599
Simón de Roxas que permaneció durante alrededor de nueve años próximo a su profesor Galiana, tuvo tiempo de sobra para apreciar la metamorfosis de la Cosmogonía a la Cosmología, proceso que podemos seguir puntualmente  por ejemplo a partir de la muy documentada información que aparece en:

El último año aún estudiante en Valencia Simón de Roxas coincidió con la breve estancia en la ciudad del barón Humboldt, que se detuvo en la capital del Turia arreglando papeles y viendo las aclimatadas plantas americanas que custodiaba el botánico Lorente en el jardín del obispado en Puzol, allá por el 8 de febrero de 1799.
Aunque no hay constancia que se produjera encuentro alguno Simón de Roxas pronto seguiría los pasos del sabio viajero alemán a la capital española y encontrara junto a su nuevo maestro Cavanilles - redactor de Anales de Hª Natural - una posición privilegiada para apreciar la aventura americana del barón alemán, de la que se publicaban puntualmente noticias en esta revista en la que Clemente que debía tenerla muy leída vería impreso en esas fechas  por primera vez un trabajo suyo.

Véase pág. 231 en: http://bibdigital.rjb.csic.es/spa/Libro.php?Libro=742

El barón Humboldt publicaría en 1825 un extracto de su travesía peninsular de 1799 y sus conclusiones sobre el relieve en la revista Hertha basándose en su diario y en su correspondencia personal.

Su estilo evidencia la actitud hacía el territorio y el paisaje de los viajeros del nuevo siglo que no eluden añadir a las consideraciones usuales de los viajeros del XVIII, datos atmosféricos integrados en el relato como un elemento narrativo más, aportando un sentido especial además del estrictamente numérico. 
Pero en el caso de Simón de Roxas la necesidad y deseos de incluir en sus escritos noticias sobre presiones barométricas y temperaturas van a verse continuamente entorpecidos por la imposibilidad de disponer de instrumentos de medida. Así en el otoño de 1803 en Sanlúcar inmerso en la redacción de su Ensayo sobre las vides andaluzas  anota:

Ensayo sobre las variedades de la  vid común (pág. 56).
 Lo que no dejaba de resultar paradójico habiendo tenido recientemente a mano el completo arsenal de instrumental (Véase pág. 113 Martín Polo 2016) acopiado en colaboración con su desaparecido compañero de viaje: Domingo Badía

Termómetros de Reaumur de la época.
En el inventario de instrumentos para la expedición al Africa que se conserva en el Archivo Municipal de Barcelona figuran 8 termómetros que éste Badía se ha llevado con todo lo demás, tras abandonar a Clemente para pasar a África en solitario al poco de llegar juntos a Cádiz desde Londres.
De este famoso personaje  Domingo Badía Leblich (1767 - 1818) de cuya intensa relación con Simón de Roxas  nos ocuparemos en el futuro, no debemos olvidar que era en sus días uno de los escasos cultivadores nacionales de la física de la atmosfera y en 1798 había publicado en castellano los Ensayos sobre la higrometría de Horace Bénédict de Saussure (1740 – 1799) con dedicatoria al rey Carlos IV.

Portada del original de Saussure que tradujo Badía. Clemente compartía con el aristócrata suizo la pasión por la geología, las plantas, las montañas y la meteorología, debía conocer y reprodujo las mediciones alpinas del pionero suizo en sus exploraciones en Sª Nevada.

 A continuar

* Otra nota biográfica de Antonio Galiana en Biblioteca de autores valencianos Justo Pastor Fuster (1827) Valencia, aunque con fecha de defunción erronea.
Tomo I, pág. 450.
 https://books.google.es/books?id=JNRyRAMESK0C&pg=PA454&lpg=PA454&dq=antonio+galiano+valencia+1800&source=bl&ots=dqQ7wSudkL&sig=X4zf9QhlVXPypWW2LyDB40fW5Jo&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjf9c2QlKjQAhVPGsAKHSGlCxsQ6AEIPjAJ#v=onepage&q&f=true